Mi muerto punk

Fuimos adolescentes enojados
sin self- esteem, ni luz at the end of the road,
criaturitas enfermas
de violencia cretina
abandonados, enardecidos de un poder insólito

la vida la muerte los temas gritando
bajito a todo volumen a través
de los auriculares Sony 
de un walkman amarillo y negro

Todas las cornisas juntas 
bajo la suela gastada,
el kiosco del colegio,
los dibujos sin terminar,
el último pucho en la madrugada,
y detrás de las postales
una única certeza: la de saber
que aquél fue nuestro punto máximo,
el resto 
serán esquirlas, atropellos de una supervivencia tranquila,
la década perdida que vendrá,
porque los punks han muerto,
ya lo dijo Fogwill, y Quique ha muerto con nosotros, post-punks, 
pero fue el primero que vio el camino
como un gran destino de niebla:
Fog will 
atravesando su camino nublado
y a su lado,
una muchacha punk lo guía,
una mano fuma y la otra
arrastra al viejo punk,
nuestro padre muerto,
mi muerto punk.



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